Qué más da. Son capítulos imprescindibles de la vida, como fascículos coleccionables, y yo tengo varias veces repetido ese en el que se habla del amor que no funciona, llamadlo desamor o insomnio o qué vida más triste. Pero, bueno, luego hay otro fascículo que habla sobre salir adelante después de quedarte demasiado atrás. Después de perder algún que otro tren con nombre y apellidos y tal vez ojos bonitos. Recapitulemos e intentemos sonreír, que nadie se ha muerto aún por cometer el error de darle demasiada importancia a las despedidas. Y en fin.
'Debido a su ausencia , me he dedicado a robarle besos a los cigarros y abrazos a las botellas de vodka'
miércoles, 12 de junio de 2013
Idealizar.
Recuerdo que todo empezó sin parecer el comienzo de nada. Dos besos, dos "Hola, qué tal", dos "Todo bien" y nos mentimos y no mucho más. Y luego pasó un poquito el tiempo y cada vez que lo volvía a ver sonreía y qué se yo, sería el indicio de que iba a precipitarme, o de que iba a ser precipicio. Recuerdo también que un día empecé a querer verlo, al principio no tanto como después. Después quería verlo a todas horas, en cualquier sueño y en cualquier insomnio. No estoy muy segura de cómo pasó aquello, sería la soledad, de la que ya me estaba cansando, o sería la forma que tenía de hacerme feliz en mi cabeza, donde todo terminó siendo más bonito que en la realidad. Idealizar, esa es la cuestión, y ese fue mi problema. Me di cuenta, ni tarde ni temprano, un día, de que lo había idealizado por culpa de todos esos ojalás. No sé si me entendéis. Lo había convertido en mi salida de emergencia favorita, y veréis, la puerta siempre había permanecido cerrada, al menos para mí. Así que me ahogué, en medio de un incendio que yo misma había provocado para llamar su atención. Y morí allí, de alguna forma, y a mí funeral sólo fueron las causas perdidas, que eran bastantes. Y, bueno, después de fallecer me dediqué a escribir cosas tristes. A escribir desde el otro lado, desde la otra vida, desde mi vida sin él y sin todo lo que, algún día, pensé que sería nuestro.
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