Odio la rutina.
Odio los domingos.
Odio no salir de casa, no poder tomar el aire, dar un paseo.
Odio pasar un día sin escuchar música porque eso para mi no se puede considerar día.
Odio, muchas veces , mi forma de ser o actuar. Exceso de impulsividad.
Odio la hipocresía de la gente al decir que quieren que les sean 'Sinceros'. Ya claro, y al par de verdades te mandan a tomar por culo.
Odio el calor sofocante, la humedad y el verano en general.
Odio el ruido, da la sensación de que la gente ya no aprecia o no ve cómodo el silencio.
Odio darme cuenta que por mucho que quieras a una persona, no existe el 'Para siempre'. Y esto no lo apliquéis solo con sentido romántico. Claro que hablo de amor, pero ¿Amistad no conlleva amor también?
Odio no ser más fuerte, no poder contener las lágrimas.
Odio el dramatismo aunque probablemente yo sea una de las personas más dramáticas que conozco, realmente creo que me da morbo la tristeza.
Odio los estereotipos.
Odio la gente que pretende llevarse bien con todo el mundo. Es imposible que siendo así tengas opiniones o si quiera personalidad.
Odio a los tíos. Es muy general. La gran mayoría de mis amigos son chicos, y son un amor, no sé que haría sin ellos. Pero por lo general, los tíos que 'tiran millo' son un asco. Odio que no te conozcan de nada y pretendan que con un par de palabras ''''''''bonitas''''''' te les abras de piernas. Esto me hace odiar aún más a las tías que se creen esas palabras.
Odio la infidelidad.
Odio que hoy en día el romanticismo parezca estar pasado de moda.
Odio que confundan llorar porque algo te duele o desahogarte con dar pena. No es para nada lo mismo. Y creo que todo sería más fácil si no tuviésemos que ir fingiendo. Si llorásemos cuando no pudiésemos más, sino tuviésemos que reír sin ganas. Esto me hace odiar esta sociedad, las críticas, las burlas, la competitividad.
Odio no poder decir simplemente lo que quiero.
Odio crear conversaciones en mi cabeza que nunca llevé ni llevaré a cabo.
Odio que el hecho de que me hayan roto el corazón me haya cambiado tanto.
Odio demasiadas cosas, pero por ahora prefiero pararme a pensar en las que amo, aunque puedan ser muchas menos que las de esta lista, pero estoy segura que son más importantes y que concentrándome solo en ellas... algún día...Ojalá.
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