miércoles, 31 de julio de 2013

'Sin.'

Y empezó a llover.
Siempre consideré la lluvia algo positivo, algo que nos haría unirnos más y buscar un refugio.Pero no. Llovió hasta arrastrar y arrasar, hasta ahogar las esperanzas. O las ganas. O qué sé yo, quizás hasta ahogar todo lo que un día fuimos o quisimos llegar a ser. Y allí nos quedamos, sin paraguas lo suficientemente fuerte para
aguantar todo aquello, pero tampoco parecía que quisiéramos remediarlo. Que quisieras remediarlo.
Comenzaste a caminar en un rumbo opuesto al mio. Sin abrazos, sin miradas, sin explicaciones.
Y yo sin ganas de seguirte, sin ganas de moverme, sin ganas de decir adiós, sin ti y podría decir que hasta sin mi.

 



lunes, 22 de julio de 2013

''Vuelve''



Nunca le dije "vuelve", aunque siempre quise que se quedase conmigo. Y los días llovieron y me terminé olvidando de aquello. El tiempo pasó, y creo que tienen razón cuando dicen que lo cura todo. Pero, en el fondo, tengo la sensación de que no ha curado una puta mierda, porque sigo siendo esa necesidad, tan animal, de que alguien quiera quedarse, para siempre, conmigo. O a mi lado, para morir o para matar: para enamorarse. Qué sabré yo. Podemos escapar, pero no para siempre, y eso ya deberíais saberlo. Que podemos huir, pero no lo suficientemente lejos. Al final volvemos, o nos encuentra de nuevo. La vida, digo. Y que cerrar los ojos sirve, pero ¿Hasta cuándo? Y se me están agotando, ya no sé si las esperanzas o las salidas de emergencia, o quizá ambas. Y cada vez me quedo más quieta cuando intento, o al menos quiero, cambiar las cosas. Me estoy ahogando en este cubata, pero me voy a servir otro, es la única forma que tengo de lamerme las heridas. Y, eso, que voy a quedarme dormida otra noche más al lado del teléfono, por si llamas o por si tengo la, ya innecesaria, necesidad de decirte que tú has sido la última persona que me ha roto sin que eso me importase. La última persona que lo jodía todo mientras conseguía hacerme sonreír.



lunes, 8 de julio de 2013

Sobrevivir.

Podíamos haberlo vuelto a intentar, y haber vuelto a fracasar, y no habernos importado nada. Podíamos habernos quedado un poquito más, aunque quisiéramos irnos, mojándonos bajo la lluvia, para ver quién era el primero que lo mandaba todo a la mierda y abría el paraguas, aunque sé que hubieses sido tú... Pero no volvimos a suceder. Y quizá sea mejor así, aunque los primeros días me quería morir y los de después también, pero ya no tanto. No tanto. Y que el tiempo lo cura todo y que tú eras una herida como otra cualquiera. Ahora lo entiendo todo mucho mejor, cariño. Y he corrido lo más rápido que he podido para venir hasta aquí y decirte que yo... que yo ya no. O que ya. Qué basta. Que eras el chico más bonito del mundo, pero que ese mundo ha detonado y ahora sólo queda humo. Pero he dejado de fumar, ya lo sabes. Así que me tienes en el umbral de estas palabras, llamando a la puerta para decirte adiós: abre. O asómate por la ventana, qué más da. Te sonrío y me voy, para que sepas que, sino enamorarme, al menos sé sobrevivir. Y gracias.


martes, 2 de julio de 2013

Preguntas y ex-promesas.


A estas horas de la noche, pesan y duelen tanto los recuerdos que ¿Para qué fingir que todo está bien?
Quizá no debería hacerme preguntas cuyas respuestas sé que me dañarán, pero ¿Recuerdas?
¿Las noches, los días, los lugares que vimos juntos? ¿Extrañas? ¿Sigo viva para ti?
Ojalá tu deseases mis ojalás.
Aún recuerdo cuando escribiste 'Siempre estaré a tu lado para secar tus lágrimas, no tienes nada que temer'
¿Dónde estás ahora? ¿Por qué no secas ya mis lágrimas? No pudiste mantener ni una sola promesa.
Creo que no puedes imaginar lo que duele todo esto.